domingo, 14 de marzo de 2010

DE LAS ALEGRIAS DE LAS PRIVATIZACIONES A LOS LLANTOS DE SUS CONSECUENCIAS

No hacen muchos años que unos cuantos iluminados, vitoreados y aplaudidos por los recogedores de las migajas que de sus mesas caían, sembraron la idea, haciendo creer que se trataba de un clamor popular de que "TENIAN QUE DESAPARECER TODOS LOS MONOPOLIOS PÚBLICOS Y HABRIAN DE PASAR A MANOS PRIVADAS PARA QUE FUESEN EFICACES" .


Teníamos gasolineras con personal -Puestos de trabajo y cotizaciones a la Seguridad Social-, que nos ponían el combustible a los vehículos y si era necesario nos limpiaba los cristales. Al llegar los profetas a los que nos referíamos se vendió la idea de la empresa privada abarataría los costos de los combustibles. Y la gran mayoría, salvo excepciones creyó el argumento y aplaudió la iniciativa . "Craso error" porque ¿es que ahora acaso pagamos mas barato el combustible?.

Los que propusieron que desapareciera el monopolio de la CAMPSA, ahora forman parte de un gran monopolio privado que ha reducido drásticamente los puestos de trabajo y consiguientemente aumentado los beneficios al reducir los gastos de personal.

También podríamos hablar de Altos Hornos, Telefónica, Renfe, Iberia, Correos, Astilleros, todas empresas públicas privatizadas o en vías de privatización...  Pero hoy por razones obvias me apetece más hablar de las eléctricas, EMPRESAS PÚBLICAS por las que han pasado -por casualidad, claro- bien como Presidentes o Consejeros de sus Consejos de Administración, ex- ministros, ex-diputados, ex cargos públicos etc., de determinados signos políticos, ¿a cambio de que?

Pues el ¡QUE!, lo estamos disfrutando ahora. No podemos los ciudadanos "poner a la zorra a cuidar a la gallina" como decía Marcelino Camacho, y lo que no cabe duda es que lo hemos hecho, lo estamos haciendo y lo haremos, con nuestra pasividad o poco interés, cuando ejercemos determinadas acciones o con una crítica fácil y destructiva tiramos por tierra todo lo "Público".

La consecuencia de lo que estamos sufriendo en este momento en gran parte de Catalunya, no es otra que la de no oponernos a la privatización de áreas esenciales de la sociedad que deben de estar "bien gestionadas" por los entes públicos, porque al ser gestionadas esta áreas por entidades privadas -como pasó con las gasolineras-, una gran parte de sus beneficios no se invierten en el mantenimiento de las instalaciones de transportes de la energía eléctrica . Por eso se da la situación actual que padecemos. Ya veréis como no van a reconocer la evidente falta de inversiones económicas en sus instalaciones, pero si que al final de año de manera escandalosa publicarán repartos de sus pornográficos dividendos (eso si que es pornografía, el publicar esas cifras cuando medio país se encuentra en paro). Y cuando llegue el verano  ¿QUE?,   pues nada, a la caza de un pirómano al que echarle la culpa de lo que el ha hecho... y de la dejadez en el mantenimiento de las instalaciones eléctricas.

Como reflexión final,  quizás convenga señalar que los servicios esenciales para la sociedad, se han de viabilizar por lo público y eliminar por tanto el sentido del negocio y rentabilidad que caracteriza el culto por lo privado que es válido en otros aspectos de la vida económica siempre que no se elimine la competencia y se llegue al monopolio o oligopolio como desgraciadamente pasa.

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