sábado, 26 de marzo de 2016

DE LOS REFUGIADOS Y SEMANA SANTA


Semana Santa en España. Días de vacaciones, jolgorio, festividad. Días de ir al pueblo de los padres, de comer torrijas, de las procesiones y diversos actos tradicionales por los rincones de la profunda España.

Son días de ver a mucha gente en las calles viviendo con pasión, con verdadera devoción y emoción a flor de piel, cómo unos semejantes a nosotros, llevan en volandas estatuas que representan diversos Cristos y Vírgenes que dejan a su paso lágrimas, saetas emocionadas, oraciones diversas y arrepentimiento de los pecados. Un arrepentimiento envuelto en sangre de latigazos, en caminatas sin zapatos e incluso, en ayuno.

Lejos de aquí, una procesión humana, también muy pasional, lleva en volandas a niños y ancianos, pisa sobre suelo embarrado y helado con los pies descalzos y ensangrentados y llevan el ayuno como algo cotidiano. No se festeja, se sufre y se padece la muerte de un niño cada hora. La muerte por hambre, frio o cansancio. Es la caravana de la muerte, la de los refugiados que huyen de la guerra.



¿Cómo el ser humano tiene la capacidad de llorar ante una estatua de un hombre que porta a cuestas una gran cruz de madera, con una corona de espinas puesta en la frente, y puede llegar al mismo tiempo a ver como algo cotidiano y natural la situación de los refugiados? ¿Es acaso tan fácil emocionarse con un acto cultural que simboliza el arrepentimiento, el perdón de los pecados del ser humano e inmediatamente después irse a tomar vino a un festín sin otro objetivo que el del ocio, mientras en la televisión del local salen cientos de miles de personas en una situación mucho peor que la del Cristo de la estatua?

Ésta misma semana, los gobiernos de la Unión Europea han decidido no ayudar a éstos seres humanos. Personas que, paradójicamente, huyen de los mismos criminales que de vez en cuando, atentan en Europa. Madrid, Londres, París o Bruselas, ya han sufrido ésta violencia en sus propias carnes. Y además, deciden no acogerlos en Europa por miedo a los populismos fanáticos de la ultra-derecha. Mentira. Los intereses económicos de unos pocos, han prevalecido una vez más, ante los derechos humanos.


Por eso, Izquierda Unida, presentará ésta misma semana ante el tribunal supremo, una querella criminal contra Mariano Rajoy y su gobierno en funciones, que ha decidido tomar en nuestro nombre, una decisión que atenta contra los derechos fundamentales de los seres humanos. Una decisión totalitaria, sin control alguno del congreso de los diputados. Una decisión de vergüenza. De vergüenza para todos nosotros.

Una frase muy típica de éstas fechas: “Sí, me voy unos días al pueblo, a desconectar un poco de la rutina diaria”.
NO debemos “desconectar”. Debemos conectar y conectarnos todos. Escribid, leed. Hablad unos a otros y pasad un mensaje de fraternidad y amor. Las gentes de bien no podemos desconectar. Estamos obligados a luchar y ayudar a las personas. A todas.

La Pasión y la lágrima que se utiliza para adorar una estatua o figura inerte, la necesitamos para luchar contra la injusticia y ayudar a seres vivos en peligro extremo de muerte.


Decimos NO al acuerdo de la vergüenza de la Unión Europea, NO al voto totalitario en nuestro nombre del gobierno de Rajoy.