DE LOS REFUGIADOS Y SEMANA SANTA
Semana Santa en España. Días de
vacaciones, jolgorio, festividad. Días de ir al pueblo de los padres, de comer
torrijas, de las procesiones y diversos actos tradicionales por los rincones de
la profunda España.
Son días de ver a mucha gente en las
calles viviendo con pasión, con verdadera devoción y emoción a flor de piel,
cómo unos semejantes a nosotros, llevan en volandas estatuas que representan
diversos Cristos y Vírgenes que dejan a su paso lágrimas, saetas emocionadas,
oraciones diversas y arrepentimiento de los pecados. Un arrepentimiento
envuelto en sangre de latigazos, en caminatas sin zapatos e incluso, en ayuno.
Lejos de aquí, una procesión humana,
también muy pasional, lleva en volandas a niños y ancianos, pisa sobre suelo
embarrado y helado con los pies descalzos y ensangrentados y llevan el ayuno
como algo cotidiano. No se festeja, se sufre y se padece la muerte de un niño
cada hora. La muerte por hambre, frio o cansancio. Es la caravana de la muerte,
la de los refugiados que huyen de la guerra.
¿Cómo el ser humano tiene la
capacidad de llorar ante una estatua de un hombre que porta a cuestas una gran
cruz de madera, con una corona de espinas puesta en la frente, y puede llegar
al mismo tiempo a ver como algo cotidiano y natural la situación de los
refugiados? ¿Es acaso tan fácil emocionarse con un acto cultural que simboliza
el arrepentimiento, el perdón de los pecados del ser humano e inmediatamente
después irse a tomar vino a un festín sin otro objetivo que el del ocio,
mientras en la televisión del local salen cientos de miles de personas en una
situación mucho peor que la del Cristo de la estatua?
Ésta misma semana, los gobiernos de
la Unión Europea han decidido no ayudar a éstos seres humanos. Personas que,
paradójicamente, huyen de los mismos criminales que de vez en cuando, atentan
en Europa. Madrid, Londres, París o Bruselas, ya han sufrido ésta violencia en
sus propias carnes. Y además, deciden no acogerlos en Europa por miedo a los
populismos fanáticos de la ultra-derecha. Mentira. Los intereses económicos de
unos pocos, han prevalecido una vez más, ante los derechos humanos.
Por eso, Izquierda Unida, presentará
ésta misma semana ante el tribunal supremo, una querella criminal contra
Mariano Rajoy y su gobierno en funciones, que ha decidido tomar en nuestro
nombre, una decisión que atenta contra los derechos fundamentales de los seres
humanos. Una decisión totalitaria, sin control alguno del congreso de los
diputados. Una decisión de vergüenza. De vergüenza para todos nosotros.
Una frase muy típica de éstas
fechas: “Sí, me voy unos días al pueblo, a desconectar un poco de la rutina
diaria”.
NO debemos “desconectar”. Debemos
conectar y conectarnos todos. Escribid, leed. Hablad unos a otros y pasad un
mensaje de fraternidad y amor. Las gentes de bien no podemos desconectar.
Estamos obligados a luchar y ayudar a las personas. A todas.
La Pasión y la lágrima que se
utiliza para adorar una estatua o figura inerte, la necesitamos para luchar
contra la injusticia y ayudar a seres vivos en peligro extremo de muerte.
Decimos NO al acuerdo de la
vergüenza de la Unión Europea, NO al voto totalitario en nuestro nombre del
gobierno de Rajoy.
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